El próximo 20 de octubre se celebra el Día Mundial de la Osteoporosis, una enfermedad que afecta a más de 75 millones de personas en Europa, EEUU y Japón y cuyos principales afectados son mujeres mayores de 50 años que sufren la pérdida del efecto protector de los estrógenos tras la menopausia. Esta enfermedad produce por la disminución de la resistencia ósea y de la fortaleza del hueso y puede llegar a provocar la pérdida de hasta 10 centímetros de altura y un dolor crónico agudo.
La osteoporosis es una enfermedad crónica que afecta en España a más de dos millones y medio de mujeres y a 750.000 hombres. Este trastorno degenerativo se caracteriza por un deterioro paulatino de los huesos, que se vuelven más frágiles y que inevitablemente acaba en fracturas de cadera, antebrazo, clavícula… Las más frecuentes son las vertebrales, que generan una contracción en los huesos de la columna de entre un 20% y un 60%, lo que con el tiempo se traduce en una pérdida de altura de hasta 10 centímetros. Por ese motivo, la Fundación Internacional de Osteoporosis (IOF) ha lanzado la campaña “Stop the stoop’” (Frena el encorvamiento), con la que se pretende concienciar a las mujeres de la importancia de tratar su trastorno.
Según los expertos, el ejercicio regular puede reducir la probabilidad de fracturas óseas asociadas con la osteoporosis. Algunos de los ejercicios recomendados son: caminar, footing, jugar al tenis, bailar, pesas, tai chi, yoga, bicicleta estática, máquinas de remos… Es importante evitar cualquier ejercicio que ofrezca riesgo de caída por ese motivo los expertos recomiendan máquinas como las plataformas vibratorias o los electroestimuladores.
Además se debe seguir una dieta que tenga una cantidad adecuada de calcio, vitamina D y proteína. Los alimentos ricos en calcio son: leche, yogur, helados y queso, tofu, salmón y sardinas, y hortalizas de hoja verde, como espinacas y col rizada. También es recomendable suplementos de calcio y vitamina D.
Hay que evitar los hábitos poco saludables, como el tabaco y el consumo de alcohol, ya que el exceso de esta sustancia puede causar daño a los huesos y aumenta el riesgo de sufrir caídas.
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